La depresión se clasifica como un trastorno del estado de ánimo. Se puede describir como sentimientos de tristeza, pérdida o ira que interfieren con las actividades de la vida diaria de una persona.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) calculan que el 8.1 por ciento de los adultos en Estados Unidos mayores de 20 años tuvo depresión en un período de 2 semanas, en algún momento entre 2013 y 2016.

Las personas experimentan depresión de diferentes maneras. Puede interferir con su trabajo diario, lo que resulta en tiempo perdido y menor productividad. También puede influir en las relaciones y algunas enfermedades crónicas.

Las afecciones que pueden empeorar debido a la depresión incluyen:

Es importante entender que sentirse triste a veces es una parte normal de la vida. Todos experimentamos acontecimientos tristes y perturbadores. Pero, si te sientes deprimido o desesperanzado regularmente, podrías estar lidiando con la depresión.

La depresión se considera una afección médica grave que puede empeorar sin un tratamiento adecuado. Las personas que buscan tratamiento suelen ver mejoras en los síntomas en unas pocas semanas.

La depresión puede ser más que un estado constante de tristeza o sentirse “decaído”.

La depresión grave puede causar una variedad de síntomas. Algunos afectan tu estado de ánimo, y otros afectan tu cuerpo. Los síntomas también pueden ser continuos, o aparecer y desaparecer.

Los hombres, las mujeres y los niños pueden experimentar los síntomas de la depresión de diferentes formas.

Los hombres pueden experimentar síntomas relacionados con:

  • estado de ánimo, como ira, agresividad, irritabilidad, ansiedad, desasosiego
  • bienestar emocional, como sentirse vacío, triste, desesperanzado
  • comportamiento, como la pérdida de interés, ya no encontrar placer en las actividades favoritas, sentirse cansado con facilidad, pensamientos de suicidio, beber en exceso, usar drogas, participar en actividades de alto riesgo
  • interés sexual, como la disminución del deseo sexual, la falta de funcionamiento sexual
  • habilidades cognitivas, como incapacidad para concentrarse, dificultad para completar tareas, retraso en las respuestas durante conversaciones
  • patrones de sueño, como insomnio, sueño intranquilo, somnolencia excesiva, no poder conciliar el sueño durante la noche
  • bienestar físico, como fatiga, dolores, cefalea, problemas digestivos

Las mujeres pueden experimentar síntomas relacionados con:

  • estado de ánimo, como irritabilidad
  • bienestar emocional, como sentirse triste o vacía, ansiosa o desesperanzada
  • comportamiento, como la pérdida de interés en actividades, desentenderse de compromisos sociales, pensamientos suicidas
  • habilidades cognitivas, como pensar o hablar más lentamente
  • patrones de sueño, como dificultad para dormir durante la noche, despertar temprano, dormir demasiado
  • bienestar físico, como disminución de la energía, mayor fatiga, cambios en el apetito, cambios de peso, molestias, dolor, cefaleas, aumento de calambres

Los niños pueden experimentar síntomas relacionados con:

  • estado de ánimo, como irritabilidad, ira, cambios de humor, llanto
  • bienestar emocional, como sentimientos de incompetencia (por ejemplo, “no puedo hacer nada bien”) o desesperación, llanto, tristeza intensa
  • comportamiento, como meterse en problemas en la escuela o negarse a ir a la escuela, evitar amigos o hermanos, pensamientos de muerte o suicidio
  • habilidades cognitivas, como dificultad para concentrarse, menor rendimiento escolar, cambios en las calificaciones
  • patrones de sueño, como dificultad para dormir o dormir demasiado
  • bienestar físico, como pérdida de energía, problemas digestivos, cambios en el apetito, pérdida o aumento de peso

Los síntomas pueden extenderse más allá de tu mente.

Estos siete síntomas físicos de depresión prueban que la depresión no es algo que solo está en tu mente.

Hay varias posibles causas de depresión. Pueden ir desde lo biológico hasta lo circunstancial.

Las causas comunes incluyen:

  • Antecedentes familiares. Corres un mayor riesgo de desarrollar depresión si tienes antecedentes familiares de depresión u otro trastorno del estado de ánimo.
  • Trauma en la primera infancia. Algunos eventos afectan la forma en que tu cuerpo reacciona al miedo y las situaciones estresantes.
  • Estructura cerebral. Hay un mayor riesgo de depresión si el lóbulo frontal del cerebro es menos activo. Sin embargo, los científicos no saben si esto sucede antes o después de la aparición de síntomas de depresión.
  • Afecciones médicas. Ciertas afecciones pueden ponerte en mayor riesgo, como alguna enfermedad crónica, insomnio, dolor crónico o trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
  • Uso de drogas. Un historial de abuso de drogas o alcohol puede aumentar tu riesgo.

Cerca del 21 por ciento de las personas que tienen un problema de adicción también experimentan depresión. Además de estas causas, otros factores de riesgo para la depresión incluyen:

  • baja autoestima o ser autocrítico
  • antecedentes personales de enfermedad mental
  • ciertos medicamentos
  • eventos estresantes, como la pérdida de un ser querido, problemas económicos o un divorcio

Muchos factores pueden influir en los sentimientos de depresión, así como quién desarrolla la afección y quién no.

Las causas de la depresión suelen estar vinculadas a otros elementos de tu salud.

Sin embargo, en muchos casos, los proveedores de salud no pueden determinar cuál es la causa de la depresión.

No hay una prueba específica para diagnosticar la depresión. Pero tu proveedor de salud puede hacer un diagnóstico basado en tus síntomas y una evaluación psicológica.

En la mayoría de los casos, te harán una serie de preguntas sobre tu(s):

  • estados de ánimo
  • apetito
  • patrón del sueño
  • nivel de actividad
  • pensamientos

Debido a que la depresión puede estar relacionada con otros problemas médicos, tu proveedor de salud también puede realizar un examen físico y ordenar análisis de sangre. A veces, los problemas de tiroides o una deficiencia de vitamina D pueden desencadenar síntomas de depresión.

No ignores los síntomas de la depresión. Si tu estado de ánimo no mejora o empeora, busca ayuda médica. La depresión es una enfermedad mental grave con el potencial de complicaciones.

Si no se trata, las complicaciones pueden incluir:

  • aumento o pérdida de peso
  • dolor físico
  • problemas de adicción
  • ataques de pánico
  • problemas en las relaciones
  • aislamiento social
  • pensamientos suicidas
  • autolesiones

La depresión se puede dividir en categorías dependiendo de la gravedad de los síntomas. Algunas personas experimentan episodios leves y temporales, mientras que otras experimentan episodios depresivos graves y continuos.

Hay dos tipos principales: trastorno depresivo mayor y trastorno depresivo persistente.

Trastorno depresivo mayor

El trastorno depresivo mayor es la forma más grave de depresión. Se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza e inutilidad que no desaparecen por sí solos.

Para ser diagnosticado con depresión clínica, debes experimentar cinco o más de los siguientes síntomas durante un período de dos semanas:

  • sentirte deprimido la mayor parte del día
  • pérdida de interés en la mayoría de las actividades cotidianas
  • pérdida o aumento de peso significativo
  • dormir mucho o no poder dormir
  • pensamiento o movimiento lentos
  • fatiga o baja energía la mayoría de los días
  • sentimientos de inutilidad o culpa
  • pérdida de concentración o actitud indecisa
  • pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

Hay diferentes subtipos de trastorno depresivo mayor, a los que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) denomina “especificadores”.

Estos incluyen:

  • características atípicas
  • crisis de angustia
  • características mixtas
  • inicio del periparto, durante el embarazo o inmediatamente después del parto
  • patrones estacionales
  • rasgos melancólicos
  • rasgos psicóticos
  • catatonia

Trastorno depresivo persistente

El trastorno depresivo persistente solía llamarse distimia. Es una forma de depresión más leve, pero crónica.

Para poder hacer el diagnóstico, los síntomas deben haber durado al menos 2 años. El trastorno depresivo persistente puede afectar tu vida más que la depresión mayor porque dura un tiempo más prolongado.

Es común que las personas con trastorno depresivo persistente:

  • pierdan interés en las actividades diarias normales
  • se sientan desesperadas
  • sean menos productivas
  • tengan bajo autoestima

La depresión se puede tratar con éxito, pero es importante que seas consistente durante tu plan de tratamiento.

Vivir con depresión puede ser difícil, pero el tratamiento puede ayudar a mejorar tu calidad de vida. Habla con tu proveedor de salud sobre las posibles opciones.

Puedes controlar con éxito los síntomas con una forma de tratamiento, o podrías encontrar que una combinación de tratamientos funciona mejor.

Es común combinar tratamientos médicos y terapias de estilo de vida, incluyendo los siguientes:

Medicamentos

Tu proveedor de salud puede recetarte:

  • antidepresivos
  • medicamentos para la ansiedad
  • medicamentos antipsicóticos

Cada tipo de medicamento que se usa para tratar la depresión tiene beneficios y posibles riesgos.

Psicoterapia

Hablar con un terapeuta puede ayudarte a aprender habilidades para lidiar con sentimientos negativos. También puedes beneficiarte de sesiones de terapia familiar o grupal.

Terapia con luz

La exposición a dosis de luz blanca puede ayudar a regular tu estado de ánimo y mejorar los síntomas de la depresión. La terapia con luz se utiliza comúnmente en el trastorno afectivo estacional, que ahora se llama trastorno depresivo mayor con patrón estacional.

Terapias alternativas

Pregúntale a tu proveedor de salud sobre la acupuntura o la meditación. Algunos suplementos herbales también se utilizan para tratar la depresión, como la hierba de San Juan, SAMe y aceite de pescado.

Habla con tu proveedor de salud antes de tomar un suplemento o combinar un suplemento con medicamentos recetados porque algunos suplementos pueden interactuar con ciertos fármacos. Algunos suplementos también pueden empeorar la depresión o reducir la eficacia de la medicación.

Ejercicio

Intenta realizar 30 minutos de actividad física de 3 a 5 días a la semana. El ejercicio puede aumentar la producción de endorfinas de tu cuerpo, que son hormonas que mejoran tu estado de ánimo.

Evita el alcohol y las drogas

Beber o abusar de las drogas puede hacer que te sientas mejor durante un rato. Pero a largo plazo, estas sustancias pueden empeorar los síntomas de depresión y ansiedad.

Aprende a decir no

Sentirte abrumado puede empeorar los síntomas de ansiedad y depresión. Establecer límites en tu vida profesional y personal puede ayudarte a sentirte mejor.

Cuídate

También puedes mejorar los síntomas de la depresión cuidando de ti mismo. Esto incluye dormir lo suficiente, llevar una dieta saludable, evitar a las personas negativas y participar en actividades agradables.

En ocasiones la depresión no responde a la medicación. Tu proveedor de salud puede recomendarte otras opciones de tratamiento si tus síntomas no mejoran.

Estas incluyen terapia electroconvulsiva, o estimulación magnética transcraneal repetitiva para tratar la depresión y mejorar tu estado de ánimo.

El tratamiento tradicional de la depresión utiliza una combinación de medicamentos recetados y consejería. Pero también hay tratamientos alternativos o complementarios que puedes probar.

Es importante recordar que muchos de estos tratamientos naturales tienen pocos estudios que muestren sus efectos sobre la depresión, buenos o malos.

Asimismo, la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no aprueba muchos de los suplementos dietéticos en el mercado, por lo que debes asegurarte de que estás comprando productos de una marca confiable.

Habla con tu proveedor de salud antes de agregar suplementos a tu plan de tratamiento.

Suplementos

Se cree que varios tipos de suplementos tienen algún efecto positivo en los síntomas de depresión.

Hierba de San Juan

Los estudios son contradictorios, pero este tratamiento natural se utiliza en Europa como medicamento antidepresivo. En Estados Unidos, no ha recibido la misma aprobación.

S-adenosil-L-metionina (SAMe)

En estudios limitados, este compuesto ha demostrado un posible alivio de los síntomas de la depresión. Los efectos se observaron de mejor manera en personas que tomaban inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, un tipo de antidepresivo tradicional.

5-hidroxitriptófano (5-HTP)

El 5-HTP puede elevar los niveles de serotonina en el cerebro, lo que podría aliviar los síntomas. Tu cuerpo produce esta sustancia química cuando consumes triptófano, un componente de las proteínas.

Ácidos grasos Omega-3

Estas grasas esenciales son importantes para el desarrollo neurológico y la salud del cerebro. Agregar suplementos de omega-3 a tu dieta puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión.

Aceites esenciales

Los aceites esenciales son un remedio natural popular para muchas afecciones, pero la investigación sobre sus efectos en la depresión es limitada.

Las personas con depresión pueden encontrar alivio de sus síntomas con los siguientes aceites esenciales:

  • Jengibre silvestre. Inhalar este fuerte aroma puede activar los receptores de serotonina en el cerebro. Esto puede retrasar la liberación de hormonas que inducen al estrés.
  • Bergamota. Este aceite esencial cítrico ha demostrado reducir la ansiedad en pacientes en espera de cirugía. El mismo beneficio puede ayudar a las personas que experimentan ansiedad como resultado de la depresión, pero no hay investigación que apoye esta afirmación.

Otros aceites, como el aceite de manzanilla o de rosa, pueden tener un efecto calmante cuando se inhalan. Estos aceites pueden ser beneficiosos cuando se usan a corto plazo.

Vitaminas

Las vitaminas son importantes para muchas funciones corporales. La investigación sugiere que dos vitaminas son especialmente útiles para aliviar los síntomas de la depresión:

  • Vitamina B. Las vitaminas B 12 y B 6 son vitales para la salud del cerebro. Cuando tienes niveles bajos de vitamina B, tu riesgo de desarrollar depresión puede ser mayor.
  • Vitamina D. La vitamina D, a veces llamada la vitamina del sol porque es la exposición al sol la que la suministra al cuerpo, es importante para la salud del cerebro, el corazón y los huesos. Es más probable que las personas con depresión tengan niveles bajos de esta vitamina.

Se afirma que muchas hierbas, suplementos y vitaminas ayudan a aliviar los síntomas de la depresión, pero la mayoría no han demostrado su eficacia en la investigación clínica.

La depresión generalmente no se considera prevenible. Es difícil reconocer cuál es la causa, lo que significa que prevenirla es más difícil.

Pero una vez que has experimentado un episodio depresivo, puedes estar mejor preparado para prevenir un episodio futuro aprendiendo qué cambios de estilo de vida y tratamientos son útiles.

Las técnicas que pueden ayudar incluyen:

  • el ejercicio regular
  • dormir lo suficiente
  • tratamientos de mantenimiento
  • reducir el estrés
  • construir relaciones fuertes con otros

La depresión bipolar ocurre en ciertos tipos de trastorno bipolar, cuando la persona experimenta un episodio depresivo.

Las personas con trastorno bipolar pueden experimentar cambios de humor significativos. Por ejemplo, los episodios en el trastorno bipolar II típicamente van desde episodios maníacos de alta energía a episodios depresivos de baja energía.

Esto depende del tipo de trastorno bipolar que tengas. Para un diagnóstico de trastorno bipolar I, solo deben presentarse episodios maníacos, no de depresión.

Los síntomas de depresión en personas con trastorno bipolar pueden incluir:

  • pérdida de interés o de la capacidad de disfrutar las actividades normales
  • sentirse triste, preocupado, ansioso o vacío
  • no tener energía ni poder luchar para completar las tareas
  • dificultad con la memoria o problemas para recordar
  • dormir demasiado o tener insomnio
  • aumento de peso o pérdida de peso como resultado del aumento o disminución del apetito
  • contemplar la muerte o el suicidio

Si se trata el trastorno bipolar, muchos experimentarán menos síntomas de depresión y menos severos, si se presentan episodios depresivos.

Es posible que una persona tenga depresión y ansiedad al mismo tiempo. De hecho, la investigación ha demostrado que más del 70 por ciento de las personas con trastornos depresivos también tienen síntomas de ansiedad.

Aunque se cree que sus causas son diferentes, la depresión y la ansiedad pueden producir varios síntomas similares, que pueden incluir:

  • irritabilidad
  • dificultad con la memoria o la concentración
  • problemas para dormir

Las dos afecciones también comparten algunos tratamientos comunes.

Tanto la ansiedad como la depresión se pueden tratar con:

  • terapia, como la terapia cognitivo-conductual
  • medicamentos
  • terapias alternativas, incluida la hipnoterapia

Si crees que estás experimentando síntomas de cualquiera de estas afecciones, o de ambas, haz una cita para hablar con tu proveedor de salud. Te ayudará a identificar síntomas coexistentes de ansiedad y depresión, y cómo se pueden tratar.

El trastorno obsesivo-compulsivo es un tipo de trastorno de ansiedad. Provoca pensamientos, impulsos y miedos no deseados y a repetición (obsesiones).

Estos miedos hacen que actúes con comportamientos o rituales repetitivos (compulsiones) que esperas que alivien el estrés causado por las obsesiones.

Las personas diagnosticadas con trastorno obsesivo-compulsivo con frecuencia se encuentran en un círculo de obsesiones y compulsiones. Si tienes estos comportamientos, podrías sentirte aislado debido a ellos. Esto puede llevar a alejarte de tus amigos y de situaciones sociales, lo que puede aumentar tu riesgo de depresión.

No es raro que alguien con trastorno obsesivo-compulsivo también tenga depresión. Haber tenido o tener un trastorno de ansiedad puede aumentar las probabilidades de tener otro. Hasta el 80 por ciento de las personas con trastorno obsesivo-compulsivo también tienen depresión mayor.

Este doble diagnóstico es también una preocupación en los niños. Sus comportamientos compulsivos, que pueden desarrollarse por primera vez a una edad temprana, pueden hacer que se sientan inusuales. Eso puede llevar a que se alejen de los amigos y puede aumentar la probabilidad de que el niño desarrolle depresión.

Algunas personas que han sido diagnosticadas con depresión mayor también pueden tener síntomas de otro trastorno mental llamado psicosis. Cuando las dos afecciones ocurren juntas, se conoce como psicosis depresiva.

La psicosis depresiva hace que la persona vea, escuche, crea o huela cosas que no son reales. Quienes sufren esta afección también pueden experimentar sentimientos de tristeza, desesperanza e irritabilidad.

La combinación de ambas afecciones es particularmente peligrosa. Esto se debe a que la persona con psicosis depresiva puede experimentar delirios que hacen que tenga pensamientos suicidas o que tome riesgos inusuales.

No está claro qué causa estas dos afecciones o por qué pueden ocurrir juntas, pero el tratamiento puede aliviar los síntomas con éxito. Los tratamientos incluyen medicamentos y terapia electroconvulsiva.

Comprender los factores de riesgo y las posibles causas puede ayudarte a conocer los síntomas tempranos.

A menudo, el embarazo es un momento emocionante para las personas. Sin embargo, puede ser común que una mujer embarazada experimente depresión.

Los síntomas de depresión durante el embarazo incluyen:

  • cambios en el apetito o en los hábitos alimenticios
  • sentimientos de desesperación
  • ansiedad
  • perder interés en las actividades y cosas que antes disfrutabas
  • tristeza persistente
  • dificultad para concentrarse o recordar
  • problemas de sueño, incluyendo insomnio o dormir demasiado
  • pensamientos de muerte o suicidio

El tratamiento para la depresión en el embarazo puede centrarse por completo en la psicoterapia y otros tratamientos naturales.

Aunque algunas mujeres toman antidepresivos durante su embarazo, no está claro cuáles son los más seguros. Tu proveedor de salud puede animarte a probar una opción alternativa hasta después del nacimiento de tu bebé.

Los riesgos de depresión pueden continuar después de la llegada del bebé. La depresión posparto, que también se llama trastorno depresivo mayor con inicio periparto, es una profunda preocupación para las madres primerizas.

Reconocer los síntomas puede ayudarte a detectar un problema y buscar ayuda antes de que se vuelva abrumador.

La investigación ha establecido un vínculo entre el consumo de alcohol y la depresión. Las personas que tienen depresión son más propensas a abusar del alcohol.

De los 20.2 millones de adultos estadounidenses que experimentaron un trastorno por consumo de sustancias, alrededor del 40 por ciento sufría una enfermedad mental recurrente.

Según un estudio de 2012, el 63.8 por ciento de las personas que son dependientes del alcohol tiene depresión.

Beber alcohol con frecuencia puede empeorar los síntomas de la depresión, y las personas que tienen depresión tienen más probabilidades de abusar del alcohol o volverse dependientes.

La depresión puede ser temporal, o puede ser un desafío a largo plazo. El tratamiento no siempre hace que la depresión desaparezca por completo.

Sin embargo, el tratamiento a menudo hace que los síntomas sean más manejables. Controlar los síntomas de la depresión implica encontrar la combinación correcta de medicamentos y terapias.

Si un tratamiento no funciona, habla con tu proveedor de salud. Puede ayudarte a crear un plan de tratamiento diferente que pueda funcionar mejor para ayudarte a manejar tu afección.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 1 de agosto de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 11 de febrero de 2020.

Última revisión médica en inglés realizada el 3 de diciembre de 2019.